Hoy no es un buen día...bueno, ya vendrán días mejores.

200 gramos. de mi misma

Saber que estás al borde de estropear la receta
y no ser capaz de parar, no ser capaz de hacer caso.
Creer que si echaras menos levadura...quizá
la masa aguantaría más tiempo.
Pensar que a lo mejor te excedes con las proporciones
y todo se puede estropear.

Sin embargo yo no sé cocinar de otra manera.
De hecho creo que no puedo hacerlo distinto.
Yo soy así, funciono por impulsos, me gusta
utilizar todos los ingredientes... y es que sé que
vale la pena arriesgar, esforzarse por encontrar
el plato perfecto, con paciencia y cariño.

Y si me paso de azucar... tendré que encontrar al comensal que más le guste el dulce.

Hay que cantarle al alma para que no se asuste,
si derrepente el vuelco es de mar, de risa y caramelo,
si derrepente hay escalofríos...el golpe será de suerte.
Que no se te escape el deseo. El pasado no existe como
no existe el mar si no hay sal que lo bese..

Pensamientos en la madrugá... ráfagas de serenidad
cuando la calma ha llegado a mi regazo. Disfruto de cada
minuto, del silencio de mi hogar. Me sigo encontrando
a mi misma, lo hago y por eso no hay nada que temer.
Mi alma sale al zaguán a recibir las cositas tiernas.
A veces la vida es maravillosa y por un segundo el
vuelco es lo importante.

Enciende la luz que hoy no habrá pesadillas.
Me cuesta pensar que se han marchado los fantasmas...
que debajo de mi cama solo quedan las zapatillas
de bailar, que en mi armario solo cabe la
ropa de sonreir. Y si vuelven las pesadillas...
ya me inventaré una canción que las asuste.

No se que me pasa que soy un día más joven,
un mes más joven, o una década o una eternidad.
No me acordaba de lo que cuesta respirar a veces
y lo poco que importa de vez en cuando.
Perder el aliento y que alguien te preste el suyo.
Perder la cabeza y ser mas cuerdo que nunca.
Que te crezcan tulipanes en las ganas de ser feliz.
Pensar que mañana aun puede ser mejor.

Vivir cada día a un lado del rio... en el que viva el sol.
caminar, tirar piedras al agua de los malos sueños
y mojarse los pies en la orilla de los buenos recuerdos...
Mirarse en el agua y reflejar las ganas de vivir.
Hay canciones que hacen llorar y otras que hacen cosquillas...
y sonreiré hasta que las trenzas me lleguen al suelo.

50 y 50...

50 y 50...si no, se van perdiendo milésimas de segundo que al final suman 0...
50 y 50 porque si no, el aire se corta y los suspiros se esconden tras una extraña mueca.
50 y 50 es lo que necesito para sonreir del todo.

Hoy soy 100% y así será para siempre, porque hoy soy feliz... cambiaré 50 por 50... no aceptaré menos, no merezco menos, ni quiero menos, ni puedo menos. Seré mi 50 menos 50 más el otro 50 y así seré feliz... porque así, sumando 100 estaré completa...

50 y 50 es el equilibrio que todos merecemos...

...pa fuera

A veces pienso que podría sacar palomas de un sombrero.
Me da miedo como la intuición se torna libro de cabecera.
Me gustaría equivocarme más a menudo, sorprenderme
y ponerme a mi misma una fe de erratas... siempre acierto
cuando miro por dentro. La miopía no me alcanzó el alma.

No me importa acertar porque eso no me cambiará
las ganas de ser más yo que nunca. Me siento tan bien que
las torceduras no se volverán esguinces... si acaso me pongo
una tobillera en las ganas de que salga el sol mañana.

Por fin estoy encontrando las llaves que me abren a mi misma,
y pienso girar las llaves tanto como sea necesario.
Entraré cada noche en mi Noche Estrellada y desde allí
contaré estrellas fugaces: deseo que se pinte el alma de violeta.

Me gusta que me sorprenda el destino, que me tire del pelo
a veces, que me cuente un cuento antes de dormir, que me
cante una nana de vez en cuando. Me encanta taparme con la
sabana de no pensar demasiado las cosas, de vivir el momento.

Quiero que cada segundo sea una eternidad en la que, una
vez más, me sueñe y me des-sueñe. Y quiero soñar con
la Alhambra, y con el parque de mi infancia, y pintar los
columpios, y comer piruletas, y barrerme las tristuras.

Hoy estoy "pa fuera" y eso bien merece que sonría,
que me calce los zapatos de primavera y que me siente a
mirar el mar... acordarme de cuanto me gusta ser yo,
y mecerme antes de dormir... quien si no, lo hará?


Así que seguiré soñando... hasta que alguien me depierte con un Cola-Cao calentito y un beso en la nariz...

la vida es cuento.....

Voy a contar hasta tres y despues abriré los ojos.
Sonreiré. Pensaré que estoy despierta y me
prepararé un chocolate caliente. Un suspiro.

Contaré todos y cada uno de los pestañeos.
Cambiaré de sitio el cepillo de peinarme las trenzas,
y pisaré mi suerte para hacer vino dulce.

Voy a contar hasta diez y después abriré las ganas.
Suspiraré. Tararearé aquella vieja canción y me
subire a una silla para ser más alta. Dos suspiros.

Contaré cien veces las veces que sonrío al día.
Inventaré una nueva tabla de multiplicar y la
colgaré en la nevera debajo de tu receta.

Voy a contar cada minuto que me subo a la almena.
Soñaré. Brindaré por cada peldaño firme y me
emborracharé con el vino blanco de mis sueños.

Contaré sueños...contaré cuentos... haré las cuentas de mi vida hasta que den positivo, hasta que sume infinito y me lleve tres. Tres suspiros.

CARPE DIEM.

despacio.......

Despacio no sea que pare la música
y me pille al traspiés de mi baile.
No voy a tropezar por ir deprisa,
si acaso por no empastar los pasos.

Quiero encontrar al duende,
se perdió entre mis cuentos favoritos.
Bajo las mariposas de la tripa
que vuelan ahora bajito...

Despacio no sea que me desafine
y se asuste el compás de la noche.
No voy a cambiar la melodía,
y si no suena bien pasaré la canción.

Danzas de estío que asoman
al quicio de aquellas cosas tiernas...
Y si me duermo que nadie me despierte,
que esta vez el sueño es dulce.

Despacio que no hay prisa,
que no quiero que acabe la siesta.
Calima de versos nuevos que no riman
y juegan a ser poema o canción.


A alguna de mis mariposas le han salido alas nuevas...así que a volar...y que pase lo que tenga que pasar...de momento CARPE DIEM

Me desperté abrazada a un sueño
que me hacía cosquillas en los pies.
No recordaba lo fácil que es reir
aun sin estar despierta.