Dios en cada hoja mojada
en cada sombra bajo las parras,
Dios en cada llanto nacido
en cada luna cambiada.
Yo rezo a mi suerte
construyo mi propia plegaria,
religión de sueños y velas
que se incrustan en mi alma.
Me confieso ante los míos
el perdon es eterno regalo,
redenciones son sonrisas,
mi oración sin amenes ni salmos.
Mi religion son las cosas que aceleran mi pulso, las cosas que me despiertan los sentidos. Mi Dios no se oculta tras los muros de la hipocresía, mi Dios está en cada sonrisa, en cada ráfaga de valentía, en el sol que duerme y en la luna más despierta.. en cada minuto que respiro. Pero mi Dios sobretodo se refleja en las cosas mas pequeñas que construyen mi vida...