sábado, 14 de abril de 2007

tiempo

Camino hacia la noche entre atardeceres y vasos vaciós,
y sueño a menudo que se me acaban las velas,
que no queda aceite en mi lámpara de los suspiros.
Camino hacia la noche y no hay silencios compartidos.

Escribo mil locuras que no son letras, solo líos,
y enredo la madeja del cálido deseo,
del pálido verso que aguarda el estío.
Escribo mil locuras y pinto de junio el frío.

Acaricio a menudo la espalda del destino,
y cambio de palma si me azuza el devenir,
que no se despierte la pena que duerma
al abrigo del tiempo... y de abril.

¿Cuánto tarda un beso en cerrarnos los ojos?...como poco una milésima de segundo, como mucho toda la eternidad.

5 comentarios:

Lol V.Stein dijo...

"A menudo se te acaban las velas,
no queda aceite en tu lámpara de los suspiros.
Caminas hacia la noche y no hay silencios compartidos..."

Amiga Marina, la magia radica en compartir silencios, lo especial es eso..a todos se nos acaba a veces ese aceite y la garganta enmudece y no es capaz de vertebrar un sonido, pero luego vuelve la voz de la esperanza..

Acaricias a menudo la espalda del destino.. no, que no se despierte la pena, niña..

un beso puede tardar un siglo en cerrarnos los ojos, o no tener tiempo... sólo lo sabes tú, y nadie nos puede contestar sino nosotros..

un fuerte abrazo

teatro, danza, música... dijo...

Dos abrazos me mandas en este comentario...

Mil veces gracias amiga Carmen.

Athos dijo...

Que no despierte nunca la pena! y menos con escritos tan bonitos como éste.

Un placer visitarte.
Besos y feliz semana

teatro, danza, música... dijo...

grcias athos por tu visita. siempre bienvenido.

Nexcor dijo...

Los caminos hacia la noche a menudo tienen sendas que conducen a soles lejanos.

De vez en cuando hay que dejar que sea el destino el que nos acaricie la espalda.

No dejes de escribir locuras.

BSS