Mientras escribo esto portatil en mano...soy testigo de uno de esos fenómenos con los que, a veces, la naturaleza tiene a bien obsequiarnos: un eclipse de luna.Es un fenómeno relativamente frecuente al que a menudo ninguneamos. Sin embargo prestamos toda la atención del mundo al 1er día de las rebajas, a las hormigas blancas, al vecino que toca la flauta y a su madre que algo hará...claro, los eclipses no nos ahorran ni un euro, no se casaron con Paquirri, no tienen hijos secretos...
Los eclipses son la prueba de que una alteración en el transcurso de las cosas puede ser algo maravilloso. Los eclipses nos enseñan que a veces es más bonito menguar para que la crecida sea más interesante. Nos hacen darnos cuenta de que las cosas más pequeñas son las mas bellas, de que mirar un eclipse significa que aun podemos mirar más alla de nuestras teles y nuestros móviles.
ni el dinero, ni mi imagen,
ni lo que tengo ni lo que me falta.
Quizá mañana me importen de nuevo
el wifi, los infrarrojos, el mp4...
seguramente será así.
No pasa nada mientras,
de vez en cuando,
haya momentos como este,
en los que solo importemos nosotros,
el eclipse y yo....
2 comentarios:
Hola Marina,
yo tb vi el eclipse el otro día desde un rinconcito de Cádiz, y la verdad es ke llevas mucha razón en tu comentario, es una buena reflexión...
A mí me dio por pensar en que las mismas cosas vistas desde distintos puntos cambian mucho, es decir, se puede llegar a sentir diferente en función de las circunstancias del momento... pero a veces estamos tan metidos en nuestro mundo que nos creemos el centro del universo, y en realidad solo somos un punto más.. no sé si me has entendido, (divagaciones mías...)
Fuera de esto te diré que he mirado tu blog y me está gustando, un saludo de otra blogger
Lol
si lol, tienes razón, sin embargo fijaté que nosotras vimos el eclìpse desde dos puntos distantes fisicamente y la energía (por lo que intuyo en tus palabras...era la misma)
Un saludo
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