Hay noches en las que parece, como decía Coelho, que el universo conspira. Hay noches que son perfectas en la rareza de su oscuridad, en las que se encienden luces a cada paso torcido.
Hay noches en las deseas que algo suceda, y como no sucede...todo sucede.
Hay noches que no se acaban nunca, ni siquiera cuando despertamos con la boca seca y los recuerdos envueltos aun con el humo de la madrugada, no se acaban ni siquiera cuando volvemos a ver el sol y ya solo nos queda saber donde pusimos las llaves.
Entonces es cuando vuelven a sonar las canciones y vuelves a ver las caras en la mente, se dibuja una sonrisa, que a veces eso sí, tinta tus mejillas del rojo del foco de aquel bar.
No se acaban nunca las cosas que nos hacen felices, que nos abren los ojos, que nos llenan los bolsillos de batallitas que contar en la proxima noche eterna.
2 comentarios:
Hay noches en las que la luna brilla más, o menos, pero brilla con esa luz especial. Y al salir del bar, ilumina la velada, la fachada y a la enmascarada.
Un beso.
Sí, la noche eterna...ya lo decía Machado
"¡Oh, dime, noche amiga, amada vieja,
que me traes el retablo de mis sueños
siempre desierto y desolado, y sólo
con mi fantasma dentro,
mi pobre sombra triste
sobre la estepa y bajo el sol de fuego,
o soñando amarguras
en las voces de todos los misterios,
dime, si sabes, vieja amada, dime
si son mías las lágrimas que vierto!"
Y de cómo el día nos encuentra, V. Aleixandre:
"Fresco sonido extinto o sombra, el día me encuentra.
Sí, como muerte, quizá como suspiro,
quizá como un solo corazón que tiene bordes,
acaso como límite de un pecho que respira;
como un agua que rodea suavemente una forma
y convierte a ese cuerpo en estrella en el agua."
Precioso texto en el que me he encontrado palabra por palabra, imagen por imagen, y, es curioso, pero precisamente acababa de escribir sobre esas mágicas noches...gracias por anticiparte, amiga
besos
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